El fin de semana pasado pensé en enviar, utilizando internet, los habituales saludos navideños y de fin de año que suelen desearse en estas fechas. No me gusta enviar un email «genérico» a todos. Mismo texto, cambiando dos o tres detalles. Prefiero algo más personalizado. Pero tampoco andaba con muchas ganas de redactar mucho… 🙂
Se me ocurrió escribir un texto y fraccionarlo entre un grupo de amigos. Después ellos se deberían comunicar entre sí para intercambiar los pedazos y armar el texto completo. Pero… ¿prosa? No lo veía muy viable al separarlo. ¿Por oración? ¿identificando verbos para separar sujeto y predicado? Más fácil: ¿por líneas?. Y sí… líneas, ¿líneas? y entonces se me ocurrió un poema. Fácil: varias líneas en verso.
Entonces recordé lo que escuché de un tal Nostradamus (muy conocido por personas de mentes sencillas – me fascina esa expresión asimoviana). Según recuerdo, el tipo escribió algo en pedazos y lo mezcló sin indicar ningún orden. ¿Debía hacer lo mismo? Decidí no ser tan malo con mis amigos y enumeré las líneas.
Y así fue la génesis del saludo para el fin de 2009 y principios del 2010.
Los versos de más abajo eran comunes a todos los destinatarios. Debían saber qué hacer, ¿no?
Con motivos de estas Fiestas
hoy les quiero dejar
de mi invención un poema
que voy a fragmentar.
Para que no sea largo y aburrido,
esperando algo más divertido,
en pedazos lo voy a dejar
y así a mis amigos
por email se los voy a enviar.
Si leerlo completo quieren
deberán pasarse los trece pedazos.
Treinta y cinco líneas en total.
Bruno, Mariano, Juanjo
Cecilia, Laura y Flor (al cuadrado)
Alejandro, Emanuel y Gonzalo
Barby, Celeste y también
Luis, Diego y Pablo Hernando
Si quieren leer mi saludo, deberán pasar por el siguiente post.
Muy bueno! No pudimos armarlo! Hubo 3 que no contestaron con sus partes 🙁