Un sueño accidentado

Hace varias semanas, casi dos meses, tuve un extraño sueño. Tomé nota del mismo (de vez en cuando lo hago) y hoy se los ofrezco para su análisis: Estaba en lo que parecía ser la esquina de San Martín y Laprida. Más sobre Laprida que sobre San Martín. Miraba hacia la Plaza San Miguel (su nombre real es Alvear) junto con otras personas, como si hubiera un desfile por Laprida u otro evento, pero no había nadie, excepto la calle, los pastos y árboles de la plaza.

En eso escucho el sonido de un avión en problemas. Me desplazo rápidamente hacia la esquina de San Martín, que estaría a unos pocos metros, y mágicamente ya no era San Martín, era calle San Juan (a un par de cuadras más allá), con su característico trazado torcido que tiene entre las calles Cólon y Urquiza.

Yo estaba en un lugar elevado y veo sobre las casas un avión AR42 que parecía flotar. Claramente el avión era de LAER (líneas aéreas de Entre Ríos). Bajo el fuselaje colgaba un paracaídas desgarrado, hecho jirones. Recuerdo que me pregunté: para qué querría un paracaídas. El sonido del motor evidenciaba su falla y el avión planeaba hacia las casas, más o menos sobre calle Rosario del Tala.

El aeroplano deja su planeo y brevemente flota en el aire como si fuera un avión de telgopor, por un instante, unos pocos metros sobre los techos. Parecía que iba a remontar vuelo pero se inclina lateralmente del lado derecho y cae de punta tras los edificios. No veo explosión, no recuerdo sonido alguno.

Varias personas y yo corrimos hacia donde ocurrió el siniestro.

Corría por calle San Juan y me detengo cuando veo que algo asciende del presunto punto de impacto. Varias personas comienzan a correr en otras direcciones, huyendo y gritando. Un motor funcionando con su hélice y un pedazo de ala ascendía y volaba erráticamente.

Yo quedé paralizado y el motor voló hacia mí. Pensaba qué hacer: quedarme quieto, correr – en qué dirección? – . Me quedé allí parado y entonces el motor se estrella como a cinco o diez metros. Una esquirla de considerable tamaño salta en mi dirección y en ese momento desperté.

¿Alguna idea de su significado? ¿Un psicoanalista por ahí? Cualquier opinión será escuchada menos la de la señorita Trelawney (ya se lo que me diría)