Hace algunos meses releí por N-enésima vez el Señor de los Anillos y en el Retorno del Rey, libro 6, capítulo 8, encontré unos párrafos que me llamaron la atención por su aplicación a la situación actual.
Antes de continuar, quiero ponerlos en contexto por si no han leído el libro: Frodo, Sam, Pippin y Merry – personajes del libro – pertenecen a un país llamado La Comarca. Cuando ellos salen de aventuras por el mundo, La Comarca era una tierra feliz, todos vivían bien y cómodos. No había necesidades. Disfrutaban de las cosas pequeñas de la vida. A pesar de esto, había personas ruines como un tal Otho, pariente de Frodo, quien era algo ambicioso y no le importaba acumular riquezas y darse aires de importancia.
Cuando Frodo regresa más de un año después, se encuentra con numerosos cambios en su país: la libre circulación por los caminos ya no era posible y no había suficiente recursos para la población. La primera noche que llegan a La Comarca, deben descansar en una construcción bajo “vigilancia” de los guardias de La Comarca. Estos guardias eran una institución policial que en tiempos de Frodo no tenían transcendencia ya que prácticamente no había líos en el país, pero cuando regresan, se habían transformado en el brazo represor del poder de turno.
Vamos al pedazo de texto que me interesa mostrar:
“…No tenían cerveza y muy poca comida, pero los viajeros (Frodo y sus amigos) compartieron lo que traían y todos disfrutaron de una cena aceptable; y Pippin quebrantó la Norma 4 poniendo en el hogar la mayor parte de la ración de leña del día siguiente.
—Bueno ¿qué les parece si fumamos un poco mientras nos cuentan las novedades de la Comarca? dijo.
—No hay hierba para pipa ahora —dijo Hob (un guardia)—; y la que hay, se la han guardado los Hombres del Jefe. Todas las reservas parecen haber desaparecido. Lo que hemos oído es que carretones enteros de hierba partieron por el Camino Verde desde la Cuaderna del Sur, a través del Vado de Sarn. Eso fue al final del año pasado, después de la partida de ustedes. Pero ya antes la habían estado sacando en secreto de la Comarca, en pequeñas cantidades. Ese Otho…
—¡Cierra el pico, Hob Guardacercas! —gritaron varios hobbits—. Sabes que no está permitido hablar así. El Jefe se enterará, y todos nos veremos en figurillas.
—No tendría por qué enterarse de nada, si algunos de los presentes no fueran soplones replicó Hob, enfurecido.
—¡Está bien, está bien! —dijo Sam—. Es suficiente. No quiero saber nada más. Ni bienvenida, ni cerveza, ni hierba para pipa, y un montón de normas y de chachara digna de los orcos. Esperaba descansar, pero por lo que veo tenemos afanes y problemas por delante…”
Dejemos a Tolkien y pasemos a otro de mis escritores favoritos: Asimov. En su libro “Fundación”, el primero de la trilogía y uno de los pertenecientes al Ciclo de Trantor, encontré otro texto, más corto, media oración. Nuevamente los inserto en la historia: Hari Seldon es un psicohistoriador (una disciplina científica que aplica las matemáticas a la psicología y predice el comportamiento de las masas de personas) y explica a alguien la situación actual del Imperio Galáctico. Seldon dice:
“…y en los feudos pertenecientes a las grandes familias más agresivas, la responsabilidad social desaparece.”
Quizás en otras palabras podrían entenderlo mejor: cuando un grupo o sector adquiere poder económico, no le importa el resto de los actores sociales si necesitan oprimirlos para consolidar e incrementar ese poder. Ejemplos de esto tuvimos varios ¿recuerdan al sector financiero? Banca, capitales golondrinas, mesas de dinero…. o en la actualidad: el campo. También los gobiernos pueden actuar así, aunque depende del gobierno y personalmente creo que el de los ’90 responde a esta regla, mientras el actual es algo un poco mejor. Claro que hay una diferencia: el gobierno fue democráticamente elegido por el voto popular y mal nos guste, debemos respetar y preservar la democracia… y no ser tan estúpidos a la hora de votar.
Hace unos meses no estaba en riesgo el bienestar económico del país… ¿por qué arriesgarlo? Hoy un sector ha bloqueado caminos y presiona ¿para tener mayor cantidad de dinero?. Estos sectores de la sociedad no fueron votados y por supuesto, todos arriman agua para su molino sin importar si deben robarla a su vecino.
Vayamos a literatura más seria para ver que podemos encontrar. Tomás Moro es un santo de la iglesia Católica. Fue canonizado por su condición de mártir. Se negó a renunciar a la fe católica y por eso – y otras cosas – Enrique VIII ordenó cortarle la cabeza. Enrique VIII, ¿escuchó de él?. Era un rey mujeriego de Inglaterra que inició un cisma y creó la iglesia anglicana porque quería divorciarse… seguro que todos oyeron hablar de él. Hay mil películas y series sobre ese rey.
Volvamos a Tomás Moro. Él escribió un libro llamado Utopía donde describe un país de igual nombre. En ese país se vive maravillosamente. Referentes a las costumbres y organizaciones, transcribo un par de párrafos:
“Saben de una manera exacta y precisa la cantidad de víveres necesaria para cada ciudad y su territorio. No obstante, siembran grano y crían ganado en cantidad muy superior al consumo. El excedente se reparte si es necesario entre los países vecinos” (capítulo I)
“De las costumbres de un pueblo como este se sigue necesariamente la abundancia de todos los bienes. Si a esto se añade que la riqueza está equitativamente distribuida, no es de extrañar que no haya ni un solo pobre ni mendigo…. el estudio de los artículos excedentes, así como a los lugares donde hay abundancia de los mismos. Se estudian asimismo los lugares donde el rendimiento ha sido más escaso supliendo el déficit de unos por la abundancia de otros. Esta compensación es gratuita. La ciudad que da no recibe nada a cambio de los favorecidos. A su vez, la ciudad que dieron de lo suyo sin exigir nada, reciben de otra, a la que no entregaron, lo que necesitan. De este modo, toda la isla es como una y misma familia…. Una vez cubiertas las propias necesidades…. exportan a otros países gran cantidad de excedentes: trigo, miel….” (capítulo VI)
Resumiendo, Tomás Moro escribe que:
- en la sociedad de Utopía está perfectamente planificada la producción agrícola
- se produce en exceso
- primero se satisface la demanda local, si sobra, se exporta
Evidentemente la Argentina no sabe cómo trabajar el punto (1). Responsabilidad del gobierno y de los productores, por igual. El punto (2) se logra, pero…. el punto (3) ¿Oyeron las recientes declaraciones sobre el “lomo a $80 y quien pueda pagarlo que lo pague”? ([1] y [2]) Con esas palabras, De Angeli se sacó la careta y reveló las intenciones tras toda esta movida del campo.
Califiquemos a estos productores que protestan: Responsabilidad Social: 0, Avaricia: infinita. Gracias a la bonanza campesina, conozco a un pequeño productor que le regaló una casa a cada uno de sus tres hijos y además, tiene vehículos nuevos. Durante los ’90 – gobierno de Menem – trabajaba en otra cosa ya que su campo apenas le daba para vivir. ¡Cómo se olvidó de aquellos tiempos! ¡Cómo se han olvidado los productores que protestan! Se quejan de las retenciones no porque no ganen y vivan en la miseria, sino porque ganan menos de lo que quieren ganar. Este es el motivo y no se trata de la defensa del pequeño productor (el de las 3 casas es pequeño productor y no le va nada mal).
Tomás Moro también tiene algo que decir sobre la avaricia: “Lo que hace ávidos y rapaces a los animales es el miedo a las privaciones. Pero en el hombre existe otra causa de avaricia: el orgullo. Este se vanagloria de superar a los demás por el boato de una riqueza superflua….”
Todos conformamos una sociedad y vivimos en este país, Argentina. Es lamentable que algunos pretendan aislarse, ya sea acumulando bienes en exceso para lograr mayor poder y/o viviendo en lo que se conoce como “country”. ¿Recuerdan las sociedades feudales del medioevo? Las clases nobles vivían en castillos, rodeados por murallas, mientras sus vasallos, siervos y esclavos trabajaban para ellos. ¿Estamos regresando a ese tipo de sociedad? ¿Son los productores los nuevos señores feudales? Con la ventaja que como ahora todo está más tecnificado, tienen menos vasallos de los que hacerse cargo (y a veces lo hacen en negro)
Cuando me enseñaron filosofía (argg), me dijeron que todo Hombre tiene una cosmovisión del mundo, una filosofía de vida. Una forma de ver las cosas. Esto incluye una percepción sobre los otros seres humanos, quienes son, que esperar de ellos y que merecen. ¿Cuál es su idea del hombre? ¿la sobrevivencia del más apto (o el más rico, o el que tenga mayor poder… que viene a ser lo mismo)?
No estoy conforme con Cristina Fernández, pero no veo otra alternativa viable (la oposición apoya cualquier cosa que sea opositora al gobierno, simplemente por ser opositora. No miden consecuencias y los veo poco serios). El gobierno comete groseros errores (la idea de un “tren bala” o no incrementar la coparticipación a las provincias, por ejemplo). Pero en lo que concierne al campo, no puedo apoyar a De Angeli y compañía. No puedo apoyar sus intereses egoístas. Si ellos ganan podemos ir olvidándonos de futuros aumentos a asalariados y jubilados, y creo que la inflación será galopante porque, ya lo oyeron, el lomo estará a $80. Pero no será solamente el lomo: aquí se exporta leche, pan, pollos…. ¿ya habrán fijado los precios a estos productos los “señores feu… <perdón> productores rurales”? ¿qué, según ellos, deberíamos comer? ¿arena… o también la van a exportar?
Yo soy de Avelleneda, una ciudad del norte de Santa Fe, donde la actividad agropecuaria es muy importante y tiene el apoyo de todos o por lo menos de la mayoría. Todos conocen a por lo menos una persona que trabaja en el campo. El intendente (junto con muchos otros de ciertas localidades de Santa Fe), Orfilio Marcón, estuvo en uno de los programas conocidos de televisión opinando sobre el tema (es del Frente Progresista Cívico y Social), y obviamente, está a favor del campo, como todos o por lo menos la mayoría de las autoridades de esta zona.
Mis dos viejos se criaron en el campo. Y varios de mis tíos (son muchos) se dedican a trabajar ahí. Son gente que no está acostumbrada a cortar las rutas, sin embargo van, y estan muy cansados ya de eso. O sea, no son un grupo de piqueteros (como los conocemos, que no trabajan y viven de planes sociales) a los que se les ocurre cortar la ruta quemando gomas, y a los que las autoridades en muchos casos protejen (como me contaban algunos camioneros). En fin, no es que tenga todos los detalles de este conflicto con respecto al campo, pero el porcentaje que no reciben los productores no es sólo el 44%, sino que hay que sumar otros impuestos también. Y la suma da mucho. Y hay que agregar que los insumos han aumentado bastante.
En mi opinión, y para ser breve, este Gobierno es un desastre. Simplemente hay que recordar palabras/frases como «valija», INDEC, «vamos a hacer hospitales» (después de 90 días de conflicto hablan del destino de las retenciones, ¿qué iban a hacer antes con la plata?), «d’lia», «moyano», «te pago el viaje a tucumán», «moreno»… A veces me parece que los argentinos somos muy fáciles de satisfacer: con que mejore un poco la economía ya está, pero ¿la educación? ¿salud? ¿ética, moral (educación en definitiva)? ¿seguridad? ¿transparencia? La verdad es que al Gobierno no le puedo creer nada.
Y otra cosa, como vos decís por ahí en el post, no sabemos votar. Tendría que quitarse uno de los tantos feriados que hay en el año, y destinar un día completo (o medio día) antes de las elecciones (cada 4 años) e incentivar a la gente a que lea un poco sobre los candidatos. Que haya debates públicos como en otros países… y si alguien no habla públicamente (como Cristina Fernandez) que no sea votada.
Hay mucho más para decir, pero no estoy informado como me gustaría sobre todo este gran conflicto, y ya es tarde y me quiero ir a dormir 🙂
D’Lía, Moyano… te faltó Castell y De Angeli y cartón lleno. Ni con aquellos ni con estos. No apoyo la idea de cortar rutas. Desde el principio fui partidario de una carpa, como la «carpa blanca docente», ¿la recuerdan? Lástima que recién ahora se acordaron de hacer algo como eso.
Si me pongo a recordar, cuando los piqueteros pobres hacían cortes, no había desabastecimiento ni ayudaban con ello a la inflación (cómo si necesitara ayuda!). Además… eran reprimidos, O mejoraron las políticas sobre como tratar a quienes cortan las rutas o hay un tratamiento especial a los ruralistas.
Y eso que estos hacen más daño al país con estos cortes que aquellos piqueteros que reclamaban pan y trabajo. Y te das cuenta de la diferencia de poder cuando la prensa en su conjunto no condena a los ruralistas (claro, algunos propietarios de medios también tienen campos…).
Hace unos años, algunos piquetes eran por causas más nobles que las actuales y buscando más información sobre el tema de los piquetes encontré un par de interesantes artículos. Convendría leerlos para ver lo que eran los piquetes antes: [1] y [2].
Se ve la gran diferencia de los piquetes de antes y los de ahora. Los de ahora tienen por lejos mucho menos legitimidad. Los piquetes de los ruralistas no son para reclamar transparencia en la gestión, o mejorar la educación, o la salud…. No se trata de saber qué hace el gobierno con la plata. Se trata de no darle al gobierno «mi» plata.