Otra Jornada de Software Libre en Oro Verde

…y fue la 4ta! Pero no “fue de cuarta”, como cualquier mal pensado podría llegar a imaginar. Nublada era la mañana en Paraná. Fría y con pronóstico de lluvia. Amanecí bastante mejor del fuerte resfrío de unos días antes y a pesar de que la acción comenzaba a las 9:00 me arrimé tardíamente al campo,  hacia las 11:00. ¿Campo o campus? Porque hay que viajar hasta el campo, donde están las facultades… así que probablemente no importa cuál palabra utilizar, ¿no? Y este fue el escenario para la 4ta Jornada de Software Libre en Oro Verde organizada por el LUG de Oro Verde (la segunda para mí). 
Al llegar conocí a Germán Giménez Silva. Por fin conocí a este subversivo (calificativo poco feliz, o algún otro término similar, dado a su persona por parte de la “democrática” comunidad integrada por el colegio de informáticos de Entre Ríos… todo por expresar sus ideas). También me encontré con Adrián Bernardi (quien alguna vez me asistiera para configurar una placa de red con chipset sundance en linux, pero al quemarse mi viejo Pentium III rescaté una con realtek y… chau sundance – la tengo a la venta, nueva, sin uso 😉 ).

Ok, volvamos a la jornada. Las charlas se agruparon en 3 ramas: básicas, desarrollo y administración. La primera rama se desarrollaría en la facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNER (Universidad Nacional de Entre Ríos), cruzando la ruta, mientras que las otras dos ramas serían dictadas en la facultad de Ciencia y Tecnología de la UADER (Universidad Autónoma de Entre Ríos). Ni Germán ni yo sabíamos como llegar, pero por suerte Adrián sí y nos guió hacia allí. Germán fue uno de los oradores en “Migración a Software Libre en la UADER” y allí me vine a actualizar sobre la marcha del proyecto. Esta charla fue una continuación de la del año pasado y el progreso en la migración es lento.  Me pareció que no hubo tanto optimismo como el año pasado. Lamentablemente hubo algún sector que se opuso, como el de mesa de entrada que directamente se negaron a trabajar hasta no volver a tener Windows (a veces, ante hechos como estos, uno desea tratar a los empleados públicos como si fueran privados…. out!). Pero el problema está en la cabeza también: si el rector no migra, ¿quién se siente obligado? Como dio a entender Germán: “veremos como sigue la historia el año que viene… si seguimos”.

La charla anterior comenzó tarde y la apuraron para finalizar (la hora y media fue recortada y no sería la última charla en sufrir esto). Pero por suerte esto me dejó tiempo para ir a la cantina de la facultad de Ciencia y Tecnología. Allí me encontré con los oradores Maximiliano Boscovich, Javier Bertoli y Gastón Ramos. Algo curioso: un coordinador del evento me confundió con Gustavo Courault 😀 … y ya casi que me daban de comer. Al rato cae Diego Levental (otro más del LUGLi) y poco después Matías Gieco (no del LUGLi, pero sí de PyAr), también saludé al pasar a Santiago Pessat (otro de PyAr). Así que comiendo, entre conversaciones cruzadas, divirtiéndonos con experiencias de “soporte a usuarios” (o soporte a los usuarios) y otros temas, mostré algunos diseños para captar opiniones. ¿Diseño de qué? quizás se pregunten, pero el LUGLi ya lo sabe.

Para el resto del día ya no me tendría que mover de ese edificio lo que fue afortunado porque en algún momento de la tarde comenzó a llover. Hacia las 14 arrancó “Programación en Ruby” y fue mi primer acercamiento a ese lenguaje. El acercamiento terminó en dos colisiones y a pesar de que todo fue muy introductorio, no se vio nada de estructuras y poco de listas, hubo un par de cositas que no me gustaron: 1) algo insignificante: el uso del símbolo “=>”, como en PHP para sus arrays asociativos (prefiero los “:” de Python), 2) algo grave, gravísimo: al mirar un ejemplo una palabra saltó a mi mente y hacia el final de la charla le pregunté a Diego ¿ese ejemplo … no te recordó a SmallTalk? La repuesta fue afirmativa. Esta fue la segunda colisión.

Luego de intercambiar ideas para el desarrollo de sistemas administrativos, Diego regresó temprano a Santa Fe. Pero no se fue sin mostrarme su precioso Clio negro modelo 2007. ¡Auch!, bonito auto, precioso, comprado recientemente. Y hablando de compras, me sorprendió el económico precio de una botella de medio litro de agua mineral sin gas en la cantina: $1. Sorpresa. En el pasillo encontramos a Maximiliano Robaina (PyAr) con Matías y alguien más cuyo nombre ahora no recuerdo con precisión, pero su apellido era Truffo o algo así (parecido a trufa o truco, no recuerdo bien).

Y continuando con las compras, no compré Ruby y entre una segunda charla de ese lenguaje y algo nuevo relacionado con la virtualización (Xen y Qemu) me decidí fácilmente por esto último (lo siento Gastón) y escuché a Javier por la próxima hora y media (más o menos y hubiera continuado si no nos hubieran echado). Muy interesante. Me gustó y creo que daré otra oportunidad a Qemu (mi primera experiencia hace algún tiempo atrás no fue exitosa). Saliendo me encontré con Miguel Richard, otro santafesino y mientras él se quedaba para C++ con Qt, yo me iba a conocer las bondades de Cfengine.

“Administración centralizada con Cfengine” fue la siguiente charla de mi agenda dada por Maxi. Una muy interesante herramienta para centralizar la administración de una red basada en linux y/o unix. Un software potente con más de 14 años de desarrollo y evolución, y cuyo origen fue la necesidad de los administradores de redes de disponer de tiempo para fumar marihuana en vez de pasear por cada máquina de la red para actualizar la configuración del sistema u otras tareas más complejas (chiste de Maxi 🙂 ). El caso es que al menos vale la pena investigar esta herramienta cuando se dispone de una  gran red para gestionar. Algo sorprendente fue la última diapositiva proyectada y tenía que ver con la Matriculación Obligatoria. Fue a las apuradas – ya nos echaban para la siguiente charla – pero se levantó una bandera de protesta en tierras entrerrianas ya contaminadas por una ley similar.

El inicio de la última charla en esa aula se complicó porque comenzaron a distribuir los certificados, pero me encontré con Gustavo Courault quien buscaba agua caliente para su termo pero a esas horas la cantina había cerrado. Volviendo a los certificados: al llegar tarde por la mañana, Germán me dijo que me registrara luego (el área de registración quedaba dentro de una de las aulas donde estaban dictando una charla), pero el “luego” fue dedicado a comer y en ningún momento volví a pensar en acreditarme hasta estar con Diego. Pero dejé pasar el momento y me quedé sin certificado

Finalmente inicia una de las últimas charlas de la tarde pero la mayoría de la gente se había retirado – ¿dame el certificado y chau? -. Pocos pero buenos participaron de Introducción a Python dada por Matías. Fue un fugaz paseo por la guía de introducción a Python de Guido Van Rossum. Y cuando digo fugaz, realmente fue rápido. Afuera llovía, hacía frío y ya todo el mundo estaba cansado con ganas de irse.

Así fue todo. Regresé a mi ciudad dejando atrás a Oro Verde y su cuarta jornada, en medio de la oscura noche. Que el último apague la luz.

1 comentario

Archivado bajo Informática, Viajes

Una respuesta a Otra Jornada de Software Libre en Oro Verde

  1. El que te encontraste con Matías.. no será Truffe? (Hugo)… si es así, y era él .. alejate!!! jajaja
    No, una joda. Una masa Hugo, un tipaso.
    Me quedé con ganas de ir a las jornadas, pero estaba viajando ese día a la tarde e iba a andar medio amontonado. Espero que haya sido provechosa (como todo evento social además)

    Un abrazo

Responder a Nacho Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *