Jornada GNU/Linux del LUG Oro Verde

El pasado viernes 1 y durante todo el sábado 2 de Septiembre, el LUG de Oro Verde organizó su tercera Jornada GNU/Linux que se llevó a cabo en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UADER. Como estudiante de la tecnológica de Santa Fe, miembro del LUGLi, no podía faltar al encuentro y de hecho, no falté.

El viernes inició con las charlas de PHP (nivel básico) y Samba. La jornada había comenzado algunas horas antes, con la proyección de Revolution OS, pero como ya vi esa película y estaba algo cansado, quise reservarme para los platos fuertes. Con un inicio algo tardío respecto a la hora pautada, la primera charla me desilusionó un poco, fue demasiado básico dado que instalaron desde Apache2 hasta MySQL 5. Todo ahí, en el momento apt-get mediante, luego tocaron el archivo php.ini para que saliera andando GD. Para un “no iniciado” seguramente resultó interesante. Samba resultó más provechosa, pero lamentablemente mi reloj dio las 21 y estaba demasiado cansado. Ambas razones me motivaron a abandonar la charla minutos antes de finalizar. Otros compromisos reclamaban mi presencia en la ciudad. Y así terminó el primer día para mi.

El segundo día fue mucho mejor. Además de hacerse presentes mis compañeros de la facultad, el contenido de las charlas mejoró notablemente (quizás estaba más despierto 😉 ). Con Bárbara y Celeste (ambas de Paraná, como yo) quedamos en encontrarnos en la plaza de los bomberos a las 8. Con un amanecer nublado, ventoso y frío, muy frío, despertó la ciudad (bah!, yo). Caminé las 15 cuadras, cuadras más, cuadras menos, que me separan del punto de encuentro y entré en calor. 10 minutos después caía Celeste, y al rato, Bárbara. Ella nos avivó que estábamos en el lugar incorrecto y casualmente el colectivo de la línea 6 que va a Oro Verde estaba recogiendo gente en otro lado de la plaza. Una breve carrera nos sirvió para alcanzarlo y calentarnos un poco.

El viaje de 30 minutos transcurrió sin incidentes. Al llegar a la facultad, Juanjo nos saludó tras las puertas de vidrio y sólo yo, “ojo de lince Portela”, respondí a su saludo. Celeste preguntaba “¿dónde está?”. La puerta se abrió y salieron Bruno, Mariano y Diego a recibirnos. Ellos habían llegado recién, en auto, desde Santa Fe. Pablo, Pablito…, se quedó dormido y, por supuesto, no llegó a su punto de encuentro en esa ciudad. El dormido no respondió a mensajes y, algo raro en él, tampoco atendía su celular.

Volviendo a Oro Verde: había disertaciones simultáneas, cada una de 2 horas de duración (para algunas demasiado mucho, para otras demasiado poco). La primera charla a la que asistí trató del proyecto de migración a software libre de la UADER. Un proyecto realmente envidiable. ¡Ya quisiera que la UTN se pusiera las pilas al respecto!. Actualmente la Universidad Autónoma de Entre Ríos está cambiando todos los sistemas Windows y aplicaciones de oficina a alternativas libres: Linux y OpenOffice entre ellas. Los disertantes nos contaron sobre el complejo proyecto que presentaron, sus experiencias, como trabajaron y capacitaron. Aparentemente la universidad pensaba contratar una empresa privada paranaense. El proyecto de esta empresa era sólo una carilla de una hoja de papel, según el profesor disertante. Una burla y un proyecto destinado al fracaso. La migración involucra tareas más complejas que simplemente venir e instalar un SO por otro. Según parece, no habían contemplado el parque de PC’s existentes, el software no libre que la universidad se veía obligado a utilizar (el Sistema de Gestión Guaraní, obligatorio para las universidades públicas argentinas – algo que habría que cambiar) y las dificultades que se presentan ante situaciones presuntamente incompatibles con Linux: escáner y OCR, por citar un ejemplo. Es decir, incluyendo la capacitación, la cantidad de trabajo era considerable y esa empresa cobraba por usuario (no por máquina), no tenía experiencia en estas tareas y, según creo yo al escribir ahora estas líneas, debieron haber pensado que cada máquina se trataría como se trataría cualquier PC de cualquier cliente particular. Por supuesto, estos alumnos y docentes comprometidos con el software libre pusieron el grito en el cielo, presentaron un proyecto como la gente y la universidad, con un ahorro considerable, procedió a la migración. De pie por favor, un aplauso!

Como anécdota: esa empresa privada fue la que en un primer momento había ofrecido su apoyo al LUGLi para organizar las I Jornadas Python en Santa Fe, y luego se borraron (<= ojo, palabra clave). No quisieron dar su nombre en la charla. Yo pensaba en empresas de Paraná que pudieran encajar en el perfil, pero no me cerraba ninguna. No lograba imaginar a Brumatti, Bearzi o Sonotest embarcados en esto. Hasta que Juanjo me susurró al oído: “¿cómo se llamaba esa empresa que había ofrecido su apoyo?”. Ahí cerró el perfil y para confirmarlo, al finalizar la charla le pregunté en privado al disertante dándole el nombre. No nos habíamos equivocado. Ahora me pregunto si todo esto no habrá ocurrido para los meses de abril y mayo del 2006... hmmm.....

Poco después de las 11 inició la segunda charla que presencié: Servidor X. Era tipo taller. En un momento, inesperado, el disertante nos agrupó frente a las máquinas (esta charla se dictó en un laboratorio) y nos hizo trabajar. Juanjo fue el único que quedó en otra PC, entre dos chicas, compartiendo mates y muy divertido. Bruno sacó una foto, nada comprometedora, pero sabemos que tan bien saca las fotos Bruno…. ¡es Bruno!. Volviendo al taller, excelente el proceder. Me gustó la práctica. Trabajar sobre Linux, introducir comandos, correr el servidor X en una PC y llamar aplicaciones desde otra… me gustó la experiencia y conocí algo más sobre lo que hay “bajo el capot”. Fue durante esas tareas que recibimos otra sorpresa: algo tarde Pablito se hizo presente. No llegó solo, con él vinieron Juan y Guillermo (ambos de Paraná). Todavía no me queda claro quien arrastró a quien hasta Oro Verde. El dormido llegó y fuimos 10 los representantes de la tecnológica. Una linda cifra para dividir gastos, como después observó Juanjo al momento de calcular el pago del almuerzo. Por $3.15 por cabeza comimos un grueso sándwich de milanesa de unos 20 ó 30 cm de largo, gaseosa incluída. Muy económico. Juanjo elogió al chef. Según parece, en nuestra facultad tienen la mala costumbre de calentar el sándwich en el microondas, con lo que se marchita la lechuga….. ¿Qué quieren que agregue sobre este tema?, ¡es Juanjo. Así que resumiendo este párrafo: Pablo llegó tarde y trajo compañía; finalmente, Juanjo quedó bien acompañado, dividió correctamente utilizando el sistema decimal y, encima, le subió una estrella a la cantina de la facultad de Ciencia y Tecnología de Oro Verde. ¡¡¡Grande Juanjo!!!

Juanjo bien acompañado toma 1

Con el estómago lleno y el corazón contento, volvimos a las charlas. Squid e IpTables, proxie y firewall respectivamente, fue nuestra selección. Así que nos mostraron diapositiva tras diapositivas con comandos de configuración. La primera hora, de Squid, la soporté bastante bien. Mi mente se comenzó a nublar una hora después, en el horario de la siesta, mientras mostraban los comandos de iptables para aplicar las reglas de filtrado. No fui el único. Más tarde Bruno confesó que miró hacia fuera del edificio, y, como también contaría luego, Celeste quedó encantada frente al relajante paisaje que podía apreciarse desde las enormes ventanas del aula. A todo esto el día se volvió espectacular: se despejó y un precioso sol iluminaba los verdes campos. Lástima el viento, la temperatura seguía siendo fría. La charla, mientras estuve despierto, fue interesante, pero larga. Quizás no soy objetivo, estaba cansado y somnoliento.

Juan y Guillermo se fueron después y los que quedamos dividimos nuestros intereses: mientras Diego, Mariano y yo nos sumergíamos en los misterios de la programación gráfica con QT, Juanjo, Celeste, Bárbara, Pablo y Bruno se interesaron por la filosofía GNU/Linux y las alternativas libres a software privativo. Debo confesar que me gustó QT. Es más poderoso que simplemente para utilizarlo como entorno de desarrollo de ventanas y botones. Pero esto fue lo que nos mostraron y con escasas dos horas para verlo, con algo menos de cansancio, alguna idea quedó en mi subconsciente. Fue interesante. Mariano planteó el uso de QT para interactuar con Python, pero en la charla se utilizó C++.

Hacia las 18 estábamos cansados. La instalación de un servidor de correo era un tema que me atraía, pero tanto el grupo como yo no teníamos voluntad de asistir. Para despejarnos caminamos los 300 metros que nos separaban del pueblo y en un negocio compramos unas masitas, seven-up y Juanjo unas papas fritas (prometidas a mí en una ocasión anterior). Disfrutamos unos minutos de relax sentados frente al negocio (tenía mesas en el exterior) y poco después, gracias a mi vista de lince, caminamos media cuadra más allá para llegar a un metegol. Lamentablemente, el día anterior le habían sido robadas las pelotitas y no pudimos jugar (mi vista no llega a tanto). Faltando más de una hora para las 20, emprendimos el regreso a la facultad y en una breve escala a mitad de camino, en los terrenos de la UNER (Universidad Nacional de Entre Ríos), Mariano, Celeste y el inconsciente de Bruno (en realidad, los tres fueron inconscientes) subieron a un edifico del cuál sólo existe su esqueleto. La escalera sin barandas. En un principio Pablo los acompañó, pero al llegar al segundo piso miró hacia abajo y no le gustó la altura. Se bajó. Desde la terraza, cinco pisos sobre el nivel de la calle, los tres inconscientes nos saludaron.

Al volver a la facultad, Juanjo y Pablo decidieron marcharse. Juanjo tenía un cumpleaños, Pablo se ofreció a servir de guía a Juanjo para llegar a la terminal. Aquí podría decir que “nada más irónico que un ciego guiando a otro”, pero en el caso de Pablito, eso no es verdad 🙂

A las 19:16 hs Diego se ofreció a llevarlos hasta la terminal, así que no habría necesidad de guía. Igualmente Pablo se fue y para que Diego no viaje solo al regresar, Bárbara y Mariano se fueron con él. Como comentario al margen, desde los terrenos de las facultades de la UADER y la UNER puede verse a lo lejos la ciudad de Santa Fe. Celeste ponía en duda esa afirmación y a pesar de ver las lejanas luces de la ciudad, aún no quedó muy convencida de este hecho.

Faltando menos de cinco minutos para las 20 regresó Diego y compañía (excepto los dos desertores). Seis quedábamos y en este momento me viene a la mente una novela de Agata Christie: “10 negritos” (eran 10 y comenzaron a morir uno a uno…. bueno, nada tan trágico ocurrió aquí). Seguimos divididos en los gustos. Así que Celeste, Bárbara y Bruno fueron a ver como se instalaba Debian, mientras Diego, Mariano y yo fuimos a la de LTSP. De esta charla, a pesar de ser diapositivas tras diapositivas de archivos de configuración, cientos de líneas de código que tocar y tener en cuenta, y mucho bla, bla, debo decir que me entusiasmó muchísimo. Muy buena. Tan buena estuvo que cuando miro mi reloj faltaban 10 minutos para las 22. Volando se me pasó el tiempo. El caso es que quedamos entusiasmados por LTSP. Nos lo vendieron bien. Si pudiéramos lograr que el laboratorio 3 de la tecnológica, lleno de vetustas máquinas, lo implemente, lograríamos repotenciar ese hardware. Eran las 22:15 cuando la teoría terminó. No pudimos ver la práctica – nos llevaban al laboratorio para ver el sistema en acción – pero Diego tenía que marcar tarjeta con la novia y tenía prisa. No nos quedamos, pero nos comprometimos a quedar en contacto. Tenemos que llevar esta experiencia a la UTN. Ver si esas máquinas que se arrastran con Windows NT pueden hacer algo mejor que andar como caracoles.

Lo acontecido durante el día en las diferentes charlas fue registrado convenientemente en la notebook que llevó Bárbara. Las siguientes imágenes la ilustran 😀

notebook-page01 notebook-page02

Compactándonos un poco en el auto, escuchando algunos temas buenos, y otros no tanto, emprendimos el regreso. Celeste fue la primera en perderse, seguida unas cuadras más allá por Bárbara. Yo no duré mucho más a bordo del automóvil y a tres cuadras de mi casa me dejaron abandonado junto a la acera. Bruno, Mariano y Diego regresaron a Santa Fe, y yo, aquí escribiendo esta experiencia.

Un día bien aprovechado, aunque algo largo. Felicitaciones al Lug Oro Verde

8 comentarios

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8 respuestas a Jornada GNU/Linux del LUG Oro Verde

  1. Lee mi post, y enterate que paso despues de Instar Debian

  2. ‘Ojo de lince Portela’.. 🙂 esa estuvo buena!

    largo y lindo relato. No lo terminé deller todavía 🙂 Chau!!

  3. Pingback: Vientos de Libertad » Blog Archive » GNU/Linux en Oro Verde

  4. Me alegro que les haya gustado y mil gracias por venir… Saludos

  5. diego

    Como es eso de que las canciones no eran buenas?….Un poco de raices gauchas….es lo nuestro !!!… Aguante Punta Santa Fe de la Vera Cruz !! y demas yerbas…
    La proxima que barbie cargue su celular con buenos temas…. :-(…..que desgraciada !!

  6. Pablo

    no discutan x musica, lo q escuchan ustedes no es musica…x favor…jaja

  7. Ultimo momento! Bárbara al fin me envió las fotos y encima escaneó la notebook!!!
    He agregado las imágenes correspondientes para ilustrar el relato.
    Hasta la vista!!!

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